¿Por qué siempre se habla que lo importante es el problema en vez de la solución? Esto cada vez es más común de escuchar y entender. Sin embargo, podría ser contradictorio con la frase que muchos utilizan “no quiero problemas, quiero soluciones” o “tráiganme soluciones en vez de problemas”.

Antes de analizar estas situaciones, planteo el siguiente ejemplo:

  • Le pido a mi padre cuidar a mi hija: “si le da hambre, dale una manzana, no papas fritas”.
  • Me entero que le dio papas fritas, lo que me genera molestia y discusión (fruta es más saludable).
  • ¿Por qué no me hace caso (es evidente promover alimentación saludable)?
  • Cuando me doy cuenta que su interés es la relación con su nieta, entiendo que el problema no es identificar la fruta adecuada para reemplazar las papas fritas, sino buscar un solución que integre el relacionamiento entre ellos, que es un tema emocional, y donde la alimentación es otro aspecto a considerar.
  • Con esto, las opciones se amplían a la búsqueda de alternativas que contemplen el cuidado de mi hija por su abuelo, se fortalezca su relación y la alimentación en esta instancia sea saludable.

Con este ejemplo quería resaltar que los problemas en general tienen un proceso de apertura o divergencia en el aprendizaje de las causas que lo generan, además de ser multidimensionales, lo que hacen complejos de entender. Las soluciones requieren conocimiento previo e integran dimensiones acotadas (desde donde está construida la solución), y por lo tanto, son procesos de cierre o convergencia.

Por otro lado, los problemas, al depender de las dimensiones, así como también de los actores y perfiles, su entorno y sus comportamientos, hacen que sean únicos producto de las variables involucradas. Las soluciones, independiente que se pueden adaptar y ajustar, en general son genéricas y por lo tanto replicables a varias situaciones.

A modo de conclusión, si una solución no funciona ante un problema determinado, da la posibilidad de buscar otra solución, siempre desde el aprendizaje adquirido hasta ese momento. Y por lo tanto, está muy bien tener en mente el problema, para desde ahí buscar soluciones, más que una solución tratar de adaptarla a un problema.

Las diferentes metodologías de innovación, tanto las que parten desde soluciones o ideas como las que se focalizan en problemas, buscan profundizar el entendimiento de la problemática, las dimensiones, sus actores y su comportamiento, para desde ahí buscar o desarrollar soluciones. Con esto, se amplían las posibilidades de cómo enfrentar desafíos, ya sea con soluciones existentes o la creación de nuevas. 

“Bienvenido el entendimiento de los problemas…”

Ricardo Loyola Moraga