Para mi la innovación es un proceso de aprendizaje, considerando que tanto la solución a un problema u oportunidad, como el problema en sí, requieren del entendimiento de diferentes dimensiones que lo conforman, así como también lo nuevo que se desarrolla, implementa y “comercializa” (en el sentido de que la solución se transe entre un oferente y un demandante, sin necesariamente una transacción de dinero). Es aquí donde el prototipo toma relevancia.
¿Qué es un prototipo? Una representación o “puesta en escena” de un producto o servicio, o incluso un proceso o modelo de negocios, por algún medio, que permite comunicar, explicar o dar a entender. Sin ser la solución definitiva, sirven para interactuar o testear con usuarios y otros actores del entorno. La RAE lo define como “ejemplar original o primer molde en que se fabrica una figura u otra cosa”.
En consecuencia los prototipos buscan el feedback o retroalimentación de los usuarios o actores claves, lo cual se realiza a través de la iteración de los mismos, permitiendo generar nuevas versiones y evolucionar hacia una versión más definitiva (en columna anterior hablé sobre iteración https://www.linkedin.com/pulse/innovaci%C3%B3n-iterando-una-soluci%C3%B3n-ricardo-loyola-moraga-/).
Así, podrían existir diferentes tipos de prototipos. Por ejemplo, el PhD Carlos Osorio en su paper “El arte de fallar” publicado en la HBR en 2010, define 3 tipos de prototipos:
- Inspiración: que corresponde a una primera aproximación de la solución y sirve para validar funcionalidades generales e identificar las fallas. En general, son prototipos de baja resolución y pueden ser creados por cualquier persona.
- Evolución: es una aproximación a lo que debería ser la solución. Se deben identificar los cambios que podrían aparecer, tanto en funcionalidades, como en diseño. Deben tener una buena resolución y ser elaborados por personas con competencias en la materia.
- Validación: Permite ajustar los cambios y especificaciones previas de los usuarios (retroalimentaciones). Los prototipos deben ser de alta resolución y elaborados por personas especialistas.
Para obtener una mayor y mejor retroalimentación, es importante que los prototipos estén diseñados hacia los usuarios, y en cada iteración, avanzar en su experiencia. Con esto en mente, como lo importante es la representación de un productos, servicio, proceso o modelo de negocios, dependiendo de la solución que se está elaborando, su etapa de desarrollo y lo que se quiere testear con los usuarios, es la elección del material (plasticina, papel, madera, cartones u otro) o medio (video, storyboard, mockup, simulación a través de actuación, etc.). Lo importante, es “arremangarse las mangas” y comenzar a moldear, dibujar, contar, pegar, doblar, simular, probar, etc.
Para terminar, dejo un ejemplo de prototipo de baja escala, pero me encanta porque es muy, muy simple…; ya lo verán: https://www.youtube.com/watch?v=ABvL6ervXZU
Ricardo Loyola – Consultor