¿A quién no le ha pasado que se encuentra con una idea propia que otro ha implementado? O peor aún, comentaron la idea y eso derivó que otro la desarrollase. Entonces te sientes ingenuo por compartir tu idea para que otro sólo la tome y la implemente, y por lo tanto “se la llevó fácil”.

¿Pero realmente es así? ¿Quién se la llevó fácil realmente?

Ambos puntos de vista son importantes y tienen su mérito…

Por un lado, las ideas son el punto de partida de la formación, iteración y desarrollo de la solución y por lo tanto sin ellas, no habría posibilidad de desarrollar una innovación.

Por otro lado, el desarrollo de las ideas requiere de aprendizaje, de iteración, de re-orientación o ajustes en la implementación, energía para superar dificultades, entre muchas otras gestiones y habilidades, que son las que hacen que éstas se puedan implementar y generar valor para una demanda específica.

La ideación de soluciones, su conceptualización, su desarrollo (testeo, aprendizaje, mejora de la solución) son etapas del proceso de innovación. Independiente que pueden existir metodologías de innovación que parten de la ideación de soluciones, éstas se iteran y testean con los usuarios, buscando identificar y entender en profundidad el problema que está solucionando dicha solución. Otras metodologías, primero se enfocan en el entendimiento del problema, para que una vez que es posible plantear quién tiene el problema o necesidad, junto con las restricciones que lo afectan (Job to be done, como mencionaba en columna anterior), se inicia la ideación. En ambos casos, la ideación es el punto de partida, sólo que de etapas diferentes.

Para esta etapa, existen diferentes técnicas y métodos, pero en general tienen factores comunes que agregan valor o facilitan la ideación:

  • Participativa
  • Multidisciplinaria
  • Idear a partir de otras ideas
  • Sin restricciones (no hay ideas malas)
  • Ideación sobre un foco a resolver
  • Desagregar el foco en partes
  • Espacio agradable
  • Todos estén observando misma información
  • Buscar la cantidad.

La ideación no es la innovación en sí; es relevante y existen métodos y técnicas que ayudan a generar cantidades de ideas.

Ricardo Loyola