Recientemente leí el libro “El poder del ahora”, de Eckhart Tolle y una de las cosas que me quedó es la importancia del ahora. El presente ya pasó y por lo tanto no puedo arrastrarlo ni intervenir, pero si puedo sumar los aprendizajes producto de las experiencias y conocimientos adquiridos. El futuro no ha llegado, por tanto tampoco puedo intervenirlo, pero si puedo imaginar cómo quiero que éste sea y hacer cosas hoy y construir lo necesario para que ese futuro se genere.

Por lo tanto, AHORA es el único momento en que puedo tomar acción, desde los aprendizajes del pasado y enfrentando los desafíos y deseos del futuro.

¿Cómo lo relaciono con mi trabajo (que tiene que ver con facilitar con la gestión estratégica y con la gestión de innovación en organizaciones)? Acá planteo algunas reflexiones.

La estrategia de una organización tiene que ver con los caminos que elegimos para avanzar en el futuro deseado de la organización y por tanto tener claro el futuro permite focalizar y alinear los esfuerzos para lograrlo, no sólo el alineamiento entre las personas involucradas, sino que en toda la gestión que ello conlleva, por ejemplo el modelo de negocio, los sistemas de incentivos, la estructura organizacional, los procesos, los sistemas, en fin, cómo toda la gestión se alínea al propósito.

En general una estrategia o plan estratégico, que puede enfocarse en toda la organización (corporativo), en lo comercial o en lo operacional, parte con entender la situación actual o generar un diagnóstico, declarar qué queremos para la organización a futuro, cuantificando logros específicos (objetivos – metas) en tiempos definidos, para luego plantear iniciativas que debemos realizar para lograr las metas declaradas. Una vez defino esto, empiezo a implementar las iniciativas, que debemos ir analizando cómo van generando resultados en el cumplimiento de las metas.

Por lo tanto, el AHORA actúa como bisagra entre los aprendizajes adquiridos para enfrentar el futuro que deseamos, y por lo tanto tener claro esto permite definir los mejores caminos o estrategias para desarrollar o enfrentar los sueños que deseamos en nuestras organizaciones.

La innovación, definida por la OCDE en el Manual de Oslo, 2018, se entiende como un producto, servicio o proceso nuevo o mejorado (o combinación de los mismos) que difiere significativamente de los productos o procesos anteriores de la unidad y que ha sido puesto a disposición de usuarios potenciales (producto) o puesto en uso por la unidad (proceso).

Ahora, relacionándolo con el mensaje inicial, sobre el AHORA, la innovación sólo sucederá en el momento en que esa solución esté disponible aportando valor a la necesidad abordada y como en la mayoría de las innovaciones (o las más radicales o disruptivas) no se conoce el resultado que se obtendrá, las primeras etapas de los procesos de innovación (por ejemplo, en metodologías como el Design Thinking o el Doble Diamond) se enfocan en entender la problemática, necesidad o dolor de un grupo afectado, ya que ese entendimiento será lo que sustentará nuevas ideas de solución, que tendremos que ir validando gradualmente para ver su efectividad para la necesidad abordada.

Por lo tanto, el AHORA actúa como bisagra entre los hallazgos, insights o aprendizajes que vamos adquiriendo y el sentido que va tomando la solución que vamos desarrollando hasta llegar a la innovación, y por lo tanto ir avanzando gradualmente permite generar soluciones innovadoras, con alto aprendizaje y optimizando los recursos.

En ambos casos uno no sabe cómo resultará el camino a recorrer, pero con mayor o menor claridad, las organizaciones confían en el proceso o la metodología abordada y esa inversión de tiempo para analizar qué queremos y cómo lo desarrollaremos, es vital para enfocar los esfuerzos lo antes posibles para iniciar el futuro próspero que planteamos. Por esto, me encanta la pregunta-respuesta de cuándo es el mejor momento para definir una estrategia para lo que queremos en una organización o cuál es el mejor momento para innovar, para mi la mejor respuesta siempre será AHORA.