Es impresionante cómo estas estas fechas de fin de año generan un alineamiento colectivo, que genera beneficios de armonía y buena onda, por ejemplo saludamos a las personas en la calle, damos la pasada para que personas o vehículos pasen primero, entregamos sonrisas, en fin, hay un consenso colectivo que genera que la navidad produzca este tipo de acciones en las personas y el resultado es que convivimos de mejor forma y nos sentimos mejor.

¿Cómo podríamos generar un alineamiento similar en las organizaciones (empresas u otro tipo entidades)?

Claro, la Navidad no es comparable con lo que una organización realiza, me podrán decir, y estoy de acuerdo en ello, pero también es cierto que se puede trabajar en el alineamiento organizacional. Es más, se debe trabajar en ello para alinear los esfuerzos hacia el propósito corporativo (en cualquier tipo de organización).

Todas las organizaciones tienen un propósito (o razón de existir), que debiese ser claro y estar bien definido, que es complementado con sueños que desean lograr. Ahora bien, no todas las organizaciones tienen su propósito claro o está bien declarado, o mas bien es tan difuso que no queda claro hacia dónde camina la organización. Incluso muchas veces se “ningunea” este concepto, indicando que no es relevante y que sólo es una dentro de otras declaraciones que en la práctica no sirven mucho, pero la verdad es que es muy relevante tenerlo claro y acá les comparto algunos argumento de por qué es importante, o mejor dicho necesario:

– Un propósito claro, permite de motivar, pero más aún, movilizar a las personas, porque esto genera un alineamiento entre lo que desean las personas con lo que desea una organización. Y pensando que las personas pasan mucho tiempo en las organizaciones, qué mejor contribución a que personas se sientan parte de un sueño más colectivo.

– Ante decisiones complejas, simplifica el análisis, evaluando si el resultado de esa decisión apunta o no al propósito, o cuál camino apunta más al propósito definido. Por lo tanto, facilita la toma de decisiones y hace ese proceso más eficiente.

– Focalizar los esfuerzos: poner foco en las estrategias y acciones que apuntan al cumplimiento del propósito, siendo más eficientes en e el uso de energías. 

– Facilita el analizar y definir las estrategias más adecuadas para cumplir ese propósito. Esto tiene que ver con los caminos diferentes para cumplir con un objetivo, que siempre son múltiples.

– Gestión continua del alineamiento, al revisar y ajustar (si corresponde): el modelo de negocios, los procesos, los sistemas y tecnologías que usamos, la estructura organizacional, el equipo y roles que necesitamos, los modelos de incentivos, en fin, la gestión desde sus diferentes ámbitos de acción.

– Seguimiento de los resultados: muchas veces nos concentrados en resultados intermedios o que se desfocalizan, y por tanto se requiere que analicemos los resultados en función de cómo estos aportan al cumplimiento del propósito.

En resumen, los puntos están muy enfocados en la eficiencia y utilización de esfuerzos/recursos, desde diferentes aspectos, lo que en consecuencia genera mejor efectividad en los resultados.

Me gustaría leerlos y ver qué opinan al respecto, ¿cómo lo hacen en su organización?, ¿si consideran relevante el alineamiento?

Agradecido desde ya.